¿Fantasia o realidad?

Siento que en mí están cada una de las mujeres, desde la santa hasta la prostituta, desde la que se levanta con el alba para trabajar el campo hasta la que no necesita el trabajo para subsistir...

Y siento su tristeza, su dolor, su ternura y siento la vida que rebosa a pesar de todo el sufrimiento a cada segundo y ojalá, la igualdad entre generos deje de ser una utopía para ser una realidad. Hombres y mujeres cogidos de la mano, forjando día a día la vida unidos, de igual a igual, con las diferencias que nos son propias, pero con la misma capacidad de amor, de ternura, de entrega, de ayuda, de libertad...No estamos aqui para poseer o ser poseidos, solo para compartir y disfrutar en el camino todo lo que la vida nos regala, ¡Y es tanto, TANTO...!